Mientras bebía de tus lágrimas se me acabaron las ganas de ti
Hastiado de la sal en mis labios, tuve que enjuagarme la boca con olvido
Al día siguiente en la resaca de mi conciencia le susurre al corazón que te negara el alquiler
Que echara a la calle tu amor y buscara una inquilina más silenciosa
Y frente a mi fría ventana, observo el crepúsculo de mi integridad
No tengo nada para escribir, no tengo musa
Nada que decir, nada que pensar
Ni tus curvas, ni tus labios, ni tus ojos, simplemente no hay
Desapareciste como desaparecen los astros en mi cielo nublado
Y la lluvia me grita con gruesos chorros tu ausencia
Me quede sin voz, sin palabras, sin ti
Busque curas para la decepción y no halle ninguna que no tuviera de ingrediente tus besos
Enfermo y vacio, vague como muerto viviente por las calles de la desdicha
Mirando perplejo la decadencia de la vida urbana, la vida sin causa,
Y como por efecto de una magia macabra te encontré a la vuelta de la tristeza
-Era tu amor, gris, ciego y rencoroso, que gastaba la plata de su renta en tabaco barato y alcohol de tercera, me acerque cauteloso como quien se acerca a un animal venenoso y moribundo y pregunte por ti, no pudo decirme más de lo que ya sabía, así, sin lagrimas en el rostro se alejo arrastrándose por las calles de la desolación, moribundo y desahuciado deteniéndose en cada esquina pidiendo compasión por una sonrisa
“Se busca musa barata”
-Que inspire malas poesías, que guste de ser inalcanzable y que sepa ser amada sin saberlo-
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